domingo, 17 de febrero de 2013

Alianza compradores - PyMEs

Alianza compradores-PYMES

  Es difícil que una persona que utilice poco el proceso secundario sea un buen patrón, porque un patrón debe proyectar a mediano y largo plazo. De ahí que, así como en una familia, quien más utiliza el proceso secundario se convierte, a la larga, en el sostén de  la estabilidad familiar, en una población los que utilizan el proceso secundario deberían ser los dueños de las fábricas. Como convinimos en que no queremos desempleo y lo que provoca el desempleo es el crecimiento desmesurado de las empresas, éstas deberían quedar en el estadio de PYMES, en todos los casos en que esto sea posible. Los compradores comprarían productos a las PYMES y trabajarían en ellas. Esto originaría, técnicamente, una “alianza compradores-PYMES”.
  La “alianza compradores-PYMES” consistiría en un convenio implícito entre los compradores, en su mayoría asalariados o parientes de asalariados, y las PYMES del municipio. Este convenio consistiría en que los obreros y sus familiares comprarían

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todo lo que fuera posible dentro de lo que se fabricara en el municipio de residencia de esos obreros.
  Se lograría una simbiosis porque el comprador pondría el trabajo como asalariado y proseguiría con su proceso primario y el empresario usando el proceso secundario y fabricaría lo necesario para la población. Se formaría una célula de “compradores-PYMES” por municipio.
  Sería un poco una vuelta al pasado, cuando no había tantas empresas tan grandes ni estaba tan concentrada la producción, y el desempleo era muy inferior al actual.
  Esto sería algo como si las PYMES dijeran a los compradores: “yo le doy trabajo, pero usted cómpreme a mí”. No sería lógico que el dueño de la PYME fabricara, le diera un sueldo a sus obreros y éstos compraran productos fabricados en otro municipio. Si no vendiera, ¿de dónde sacaría el dinero para pagar los sueldos?
  El asalariado lograría conquistas sosteniendo a las empresas locales. Con las multinacionales se pierden. De modo que la alianza compradores-PYMES permitiría el convenio “yo le compro y usted me da conquistas”.
  En Italia el 80% de la producción es fabricada por PYMES, e Italia anda bien, o sea que la “alianza compradores-PYMES” sería perfectamente posible.
  No se pagaría con bonos, como en los obrajes, sino con dinero corriente. El convenio implícito dice, sin decirlo, que si no se les comprara a las PYMES locales, ellas cerrarían y habría que ir a buscar trabajo a otro lado. De todos modos, no sería mala idea pagarles a los asalariados, en parte (por ejemplo, 50%), con bonos que sólo sirvieran para comprar productos locales. Eso permitiría aumentarles el sueldo. Lo que sí sería justo es que a los empleados públicos les pagaran casi totalmente con bonos de ese tipo, para que, si la localidad estuviera subsidiada por el gobierno central, no se escapara ese dinero, graciosamente, por comprar productos exteriores.
  Las grandes compañías y los países centrales podrían tratar de destruir la alianza compradores-PYMES por la fuerza, por ejemplo, retaceando las materias primas.

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  Con la “alianza compradores-PYMES” a cada uno le tocaría un premio proporcional al esfuerzo que realizó, de modo que habría una posibilidad de éxito. Aún así, habría que considerar que algunos ciudadanos compraran más barato lo exterior, con lo cual perjudicarían a los que compraran local más caro. Pero, aún así, el hecho de que uno tuviera trabajo le daría posibilidad de dar un poco de sus ingresos para mantener funcionando a las fábricas de su localidad. Simplemente se apretaría el cinturón un poquito, a cambio de no correr peligro de quedar desempleado. Por supuesto, se podría premiar a los que compraran local favoreciendo su incorporación a empresas locales. Esto obraría como estímulo y realimentación positiva.
  Gráfico hipotético de calidad de vida en función del crecimiento del Capitalismo




.Calidad
.de vida                             .             alianza obrero-PYME                 
.             .                                     . fábricas y comercios grandes                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                   
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 inicio (no hay fábricas; cada uno                            tiempo
                                  tiene su granjita)




  En la “alianza compradores-PYMES” los que usaran predominantemente el proceso secundario serían premiados por la suerte con ser empresarios y los que usaran predominantemente el proceso primario estarían contentos de ser obreros. Los primeros ganarían más bienes y todos aplaudirían ese reparto. Esto le daría coherencia a una posible “alianza compradores-PYMES”. A

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nuestro entender, en esto habría coherencia, porque lo de que compradores y PYMES se complementarían bien no nos cabe duda.
  Los intendentes, por su parte, más que hacer las tareas habituales propias, tendrían que proceder a mantener en funcionamiento a todas las PYMES de sus municipios y estimular la formación de nuevas PYMES, siempre que no pertenecieran éstas a cadenas de PYMES con centro en otro municipio.

  Un cuento de Horacio Quiroga (importante escritor argentino) narra lo que le pasa al dueño de un restaurante en el Chaco que, por su magnanimidad, se vio en dificultades. Al hablar con un cliente se dio cuenta de la miseria del cliente y no solamente le dio de comer gratis a él sino también a su familia. Un gesto de bondad. Sin embargo, gestos de bondad como éste, repetidos asiduamente con varios clientes, hicieron que tuviera que cerrar su restaurante debido a las pérdidas que le ocasionaba. Si el cliente hubiera sido un “comprador inteligente”, le hubiera dicho al dueño del restaurante: “No me regale la comida. Si lo hace puede perder la rentabilidad del restaurante y tal vez lo cierre. En ese caso yo ya no tendré un restaurante donde venir a comer”. El “comprador inteligente” debería cuidar a su proveedor como si el restaurante fuera, en parte, de él. Sería un ejemplo de una “alianza compradores-PYMES”. Si el cliente se deja regalar la comida mata a la gallina de los huevos de oro.
 
  El acto de producir no es sólo del empresario: es del empresario + el comprador.  El comprador interviene en la producción porque sin comprador no hay venta, y sin venta no hay necesidad de fabricar más: se tienen las estanterías llenas. Y sin venta no hay recaudación para comprar nuevas materias primas. De modo que, como la fábrica deja de funcionar si no hay comprador, éste es, en parte, responsable de que la fábrica funcione.

  En el cálculo de la “eficiencia” no entra el comprador, pero debería entrar, porque es parte del proceso productivo.


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  Hay una gran diferencia entre decir “Este secador de pelo argentino es una porquería y este extranjero es una maravilla” y decir “Este secador de pelo argentino es inferior, en utilidad, al importado. Vamos a ver si los industriales argentinos pueden hacer algo que se adapte a mis necesidades”.

  Para desarrollar industrialmente a un país habría que educar a su gente para que se volviera “compradora inteligente”, se formara la “alianza compradores-PYMES”, y así se eliminaría el escollo de la competencia con los productos extranjeros, con los importadores y con los contrabandistas. Los países grandes lo hicieron, pero utilizando el poder del estado.

  Siempre se dijo que el patrón de la PYME debía pagarle al obrero lo necesario para que el obrero siguiera viviendo, pero no se dijo algo equivalente para el patrón de la PYME: que el obrero debía comprarle para que el patrón de la PYME le siguiera dando trabajo.

  ¿Por qué preferir a nuestros industriales? Porque los extranjeros son mejores, pero no nos dan trabajo. ¿Por qué los franceses y los norteamericanos subsidian a sus agricultores? Porque los productos agrícolas nuestros son más baratos, pero no les dan trabajo a sus agricultores.

  Una de las cosas que no tenemos en mucha cuenta en nuestros razonamientos es las ganas de hacer más dinero de los empresarios, que es lo que hace que haya oferta de productos. Las empresas grandes no dejan lugar a dudas de que tienen esas ansias de progreso. Pero,¿se mantendría ese afán si el número relativo de PYMES creciera? Las PYMES,¿quieren más dinero? ¿Progresan? Aparentemente, una PYME estaría al alcance de un ingeniero recién recibido que, con nuevas ansias, se pusiera a trabajar. Ese podría ser el afán y el progreso pedidos.


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  ¿Por qué siempre hay compradores? Porque siempre hay necesidad de trabajadores, los cuales cobran sueldos, y con el dinero en la mano estos  trabajadores son, automáticamente, compradores.

  Familiarmente, se dice que una fábrica da de comer a cada uno de sus asalariados, y estos asalariados creen que son los que les dan de comer al dueño de la fábrica, pero creen mal: quienes les  dan de comer al dueño son los compradores de los productos de la fábrica.

  Sabemos que hay empresarios argentinos que proponen salvar la industria argentina, aún perdiendo parte de sus ganancias, pero no encontramos conducta paralela por parte de los obreros (en sus papeles de “compradores comunes”). Esto indicaría que los empresarios están más educados económicamente que los compradores.

  En un diario leemos: “El presidente argentino actuó como representante de los intereses de los industriales argentinos y en contra de los intereses de los consumidores argentinos. Es que la Unión Industrial Argentina jamás apoyaría al ALCA porque representaría su acta de defunción. Si hubiera libre importación a través del ALCA, las fábricas de estas mil familias propietarias caerían de 100 a 20”. Es una falacia total y bien perversa. En ese diario se debería haber dicho: “El presidente argentino actuó como representante de los intereses de los industriales argentinos y, por ende, de los intereses de los consumidores argentinos”. Porque el consumidor argentino es consumidor porque el empresario argentino le da trabajo. Si el empresario argentino desaparece, la mayoría de los consumidores argentinos también desaparecen.

  En la década del 40 nos atrasamos tecnológicamente porque no

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se importaba nada y, sin embargo, crecimos. Teniendo en cuenta esto,¿es necesario estar al día tecnológicamente para progresar?

  Para nosotros, una fábrica eficiente no es la de mayor rendimiento, sino la que nos da trabajo a nosotros, que es una forma de rendimiento.

  El Papa Juan Pablo III rogó más de una vez por un mundo más solidario. Nosotros proponemos la solidaridad nacida de la “alianza compradores-PYMES”. ¿Será lo que buscaba el Papa? No creemos que se le haya ocurrido la “alianza compradores-PYMES”, si no ya lo hubiera expresado en sus discursos.

  Inversionistas ante la “Alianza compradores-PYMES”
  Aún cuando no hubiera represalias por parte de los financistas, podría ser que, ante un panorama sin perspectivas de crecer indefinidamente, los inversores más ambiciosos y, tal vez más ricos, dejaran de invertir en un ambiente de “compradores inteligentes”. Podría haber contradicción, cosa que no podemos asegurar sin experimentación, entre ser “comprador inteligente” (que bajaría el desempleo), y cantidad de bienes fabricados (que podría bajar al aumentar el número de “compradores inteligentes”, porque podría quitar ganas de fabricar por parte de los empresarios, al ver éstos cómo se limitan sus posibilidades). La posible falta de inversión podría estancar el crecimiento y mantener a las empresas locales en métodos de fabricación ya perimidos, y no estimularía la investigación. Pero en nuestro país las empresas no investigan, y menos las internacionales, de modo que no sería de temer una disminución de la investigación. En cuanto a la inversión extranjera, ésta se vuelca a comprar empresas de capital argentino, y a traer métodos ya perimidos, así que no nos molestaría. Y entonces, con los “compradores inteligentes”, habría una cierta posibilidad de que tuviéramos más empleo, pero fabricando menos. En tal caso (poco probable) seríamos más pobres colectivamente pero no individualmente. La alternativa a este riesgo sería, simplemente, “seguimos como estamos”.

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  En el caso más extremo se plantearía una nueva lucha, pero con objetivos bien definidos, en lugar de fantasmas. Además, el hecho de tener compradores fieles podría alentar a las PYMES a hacer investigaciones de acuerdo con las necesidades de la población.
  Tal vez el desafío para las grandes empresas, si se hiciera la “alianza compradores-PYMES”, sería competir para hacer cosas que no puedan hacer las PYMES.

  Planes “jefes de hogar” y “seguros de desempleo” de Fridman
  Las personas que despotrican contra las manifestaciones de los desocupados o del “plan jefes de hogar” lo hacen porque nunca estuvieron desocupados y no saben lo doloroso que es.
  Los planes “jefes de hogar” consisten en entregar una mensualidad a personas sin trabajo y que no tienen medios de subsistencia para poder mantener en funcionamiento sus hogares.  A los “jefes y jefas de hogar” se les da algo para que no se desmoralicen, como un profesor ayuda a un alumno subiéndole un poco la nota baja para que no se desanime. Es una especie de seguro de desempleo. Tiene un cierto parecido con los seguros de desempleo que cita el economista Fridman al desarrollar sus teorías económicas.
  Volviendo a nuestro modelo de estancia, que hemos descripto antes, en página 24, lo dicho anteriormente equivale a que una parte de la producción, que se destina a labores comunitarias (seguridad, educación, construcción de calles, caminos, suministro de agua potable, electricidad, cloacas), se desvía para mantener, aunque sea en forma precaria, las vidas de los peones que están desocupados porque hay productos no consumidos por el patrón o por los peones. 
  El plan  de “inclusión”, de San Luis, está en una línea similar a la de los “jefes de hogar”.

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